No estoy de acuerdo cuando las publicaciones dicen “Precio Negociable” pues de antemano se renuncia al precio expuesto. No te preocupes, todos suponemos que todo es negociable en la medida en que no se indique expresamente lo contrario.

No estoy de acuerdo con el término “bajó de precio” pues para llamar la atención de quienes en algún momento estuvieron interesados es suficiente la gestión de nuestra base de datos. “Bajó de precio” es darle el mango de la sartén a la otra parte. Evidencia ansias, premura, urgencia. Por la misma razón no estoy de acuerdo con la exhibición de dos letreros en un inmueble. Prefiero renunciar a ese canal de venta y que mi competencia sea el único que lo exhiba.

No estoy de acuerdo con quienes exhiben fotos de noche pues lo que gritan es que el departamento no tiene una buena iluminación y por eso no se sesiona de día.

No estoy de acuerdo en las fotos panorámicas que distorsionan el area de los ambientes a exhibir. El efecto es adverso al momento de la visita.

No estoy de acuerdo con quienes inician sus avisos anteponiendo los adjetivos calificativos “lindo” “hermoso” “increíble”, “excelente” pues revelan un juicio personal. Prefiero la objetividad “bien iluminado”, muy bien ubicado”, “amplio”, “bien distribuido”… etc. 

No estoy de acuerdo con que el cliente llegue a una cita antes que el Agente. Fatal. Corroe el factor confianza que es sustancial para ser influencia en ambas partes.

No estoy de acuerdo con tutear a los clientes, menos aun llamarlo “amigo” (esto último tendría que estar penado). No hay mejor inicio de relación que un cordial Usted mientras que logramos la empatía que nos lleve al amistoso tuteo.

No estoy de acuerdo con que el arras no sea disuasivo para ambas partes. Un arras bajo, tímido, no cumple su cometido. No garantiza un acuerdo sólido. Esta debilidad se acrecenta si hubo una buena negociación en el precio. 

 

Por: Juan Carlos Guzmán

Tambien te puede interesar